
Compañera en el equipo Primaflor del español Carlos Coloma, medalla de bronce el pasado año en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Joana Monteiro llegó a este deporte por casualidad y ahora está dispuesta a disfrutar del sabor de cada victoria.
Su vida es la cultura del esfuerzo, de la superación y del trabajo bien hecho. A pesar de haber pasado malos momentos, presume de haber convertido su pasión en su profesión, y motivos no le faltan.
¿Cómo comienza su historia con el ciclismo?
Siempre me gustaron los deportes, de pequeña era muy activa. Participaba en competiciones de atletismo y jugaba al fútbol en el equipo del colegio. A través de unos primos míos que competían descubrí el ciclismo de montaña. Me invitaron a probar, y me encantó… ¡Ya llevo doce años!
¿Cuál ha sido su mayor satisfacción como ciclista?
Ahora mismo, haber conseguido un equipo profesional. Me apasiona tanto la bicicleta que incluso dejé la universidad para dedicarme en exclusiva al ciclismo. A partir de ahí puse todo mi empeño en crecer profesionalmente, y conseguí fichar por el Primaflor-Mondraker-Rotor Racing Team. Ha sido un trabajo bien recompensado.
No dice nada de sus victorias…
¡Todas las victorias son satisfactorias! (risas). Los campeonatos de Portugal han sido muy importantes, aunque nunca quiero dejar de crecer.
¿Y cuál ha sido el momento más difícil?
Cuando falleció mi padre. El ciclismo te exige tener un buen físico, pero también estar fuerte psicológicamente, y aquello fue un mazazo para mí, no tenía ningún deseo de entrenar, de competir… Al final te das cuenta de que la vida sigue y hay que ir hacia delante.
Es muy joven, tiene toda su carrera profesional por delante. ¿Es difícil compaginar el deporte profesional con la juventud?
No es difícil siempre y cuando tengas las cosas claras respecto al futuro, muchas de las grandes decisiones de la vida se toman en la juventud. Hago cosas propias de mi edad, solo que con menor frecuencia y de forma más moderada, pero lo que hago lo disfruto a fondo.
¿Y cómo disfruta del tiempo libre ?
¡En la bicicleta! (risas). Hago muchas cosas, paseo, voy al cine… Nada que no haga alguien que no se dedique al deporte.
Mário Costa, también ciclista profesional, es su pareja. ¿Tiene un deportista de élite tiempo para el amor?
Bueno, si tu pareja también es ciclista, y además firma por el mismo equipo que tú, es mucho mejor. Sería mucho más difícil si no fuera deportista, no me puedo quejar en ese aspecto.
¿Qué le aporta a usted el ciclismo?
Es mi forma de vida. He conseguido hacer de mi pasión un trabajo. Además, me permite viajar, conocer muchas personas, otros países, otras culturas. En este momento el ciclismo es mi trabajo, me dedico a ello de forma profesional y es lo que me permite vivir bien.
¿Qué metas se marca?
Siempre he sido muy ambiciosa con todo. Mi principal objetivo son las Olimpiadas de Tokio 2020. Soy muy joven y espero tener un largo recorrido por delante. En los próximos años me gustaría dar un paso en la élite y entrar en el top ten mundial. A partir de ahí… aspiro a todo, Copa del Mundo, campeonato europeo…
¿Está visibilizado el ciclismo de montaña?
Más o menos. Ahora mejor. El ciclismo de montaña no dispone de los medios del ciclismo de carretera, pero lo cierto es que a nivel amateur es la disciplina que más se practica. Los ciclistas profesionales somos muchas veces el espejo en el que los aficionados se miran. Tenemos capacidad de crear tendencia, por eso considero que aportamos un notable valor de marca.
En los últimos años la imagen del ciclismo se ha visto empañada por el dopaje. ¿Cuál es el futuro del ciclismo profesional?
Depende mucho de cómo una persona encare el ciclismo. Una persona que se dopa no respeta el deporte. El dopaje es una cuestión de sentimiento, de respeto. Yo respeto este deporte y la gran mayoría de los ciclistas también lo hace, es nuestra pasión. Si haces ese tipo de cosas, es porque no te gusta el deporte. Con el dopaje mecánico pasa lo mismo, al final es no respetar el espíritu de la sana competición.
¿Apoyan las administraciones lo suficiente al ciclismo de montaña?
En Portugal no, falta muchísimo apoyo. Hay una gran cantidad de talento y también una gran oportunidad de negocio en torno al ciclismo de montaña. Los ciclistas crecemos con la mentalidad de tener que demostrar muchísimo más que otros deportistas para conseguir lo mismo.
¿Qué diferencias ve entre España y Portugal?
Ahora que estoy en un equipo español me he dado cuenta. Aquí hay mucho más apoyo, me siento mucho más querida. El problema es el mismo, apenas hay fondos institucionales para el ciclismo y todos los patrocinadores son empresas privadas. | Sigue leyendo.